La mujer que valora la maternidad en la tierra valorará la maternidad en el mundo venidero, y “donde esté [su] tesoro, allí estará también [su] corazón” (Mateo 6:21)
LA NOTA DIARIA
Eres una superheroína sin capa. Pero recuerda que tú también puedes cometer errores. Porque, querida mamá, tú también eres humana. Pero, ¿sabes qué? En realidad, es una suerte equivocarse de vez en cuando, porque es una oportunidad maravillosa para aprender.
Sé que es muy complicado encontrar tiempo entre los pañales, las reuniones en el trabajo y los quehaceres en casa… Pero trata de cuidar también de ti misma. Mima y valora esos pequeños placeres que la vida nos regala cada día: una taza de café caliente, una ducha sin interrupciones… Eres el corazón de ese pequeño universo familiar que has creado con todo tu amor, y mereces brillar tanto como la estrella que eres.
Por último, nunca dudes de tu capacidad. Eres fuerte, eres capaz y estás haciendo el trabajo más importante del mundo: ser tú misma y ser la mamá de tu pequeño. Mantén la cabeza bien alta, sigue adelante y nunca olvides que tu amor y esfuerzo están marcando la diferencia.
Pero tú has sabido seguir adelante a pesar de todas las adversidades. Has sabido cuidar del hogar, cuidarme a mí, cuidarte a ti y a todo lo que te rodea. Has sabido compaginar con mucho esfuerzo tu trabajo fuera de casa y el de llevar lo mejor posible el tenerme a mí como hija. Eres y siempre serás un ejemplo de superación y de esfuerzo.
No eres una mamá perfecta, nadie lo es. Pero eres la mamá perfecta para tu hijo.
En tus Manos Ponemos este nuevo día y la Noche que vendrá.







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