DEJEN QUE LOS NIÑOS VENGAN A MÍ Y NO SE LO IMPIDAN, PORQUE DE QUIENES SON COMO ELLOS ES EL REINO DE DIOS

DEJEN QUE LOS NIÑOS VENGAN A MÍ Y NO SE LO IMPIDAN, PORQUE DE QUIENES SON COMO ELLOS ES EL REINO DE DIOS

LA NOTA DIARIA

Señor, tú invitaste a los niños a ir hacia ti para imponer sobre ellos tus manos y bendecirlos. Extiende, Señor, tu mano sobre mi niño para aliviar su dolor, para librarlo de su dolencia.

Que nosotros sepamos cuidarlo con toda atención y diligencia Que tu misericordia le devuelva la salud del cuerpo y del alma a fin de que pueda amarte siempre y con corazón agradecido pueda amar y servir siempre a su prójimo Por Jesucristo nuestro Señor.

Bendito y milagroso que tus manos y corazón no se separen de esta criatura que padece y sufre; haz que los doctores y enfermeras que se ocupan de él reciban luz y guía de Dios Padre Todopoderoso y sean sabios para administrar las medicinas adecuadas, danos fortaleza a sus familiares y amigos para que no perdamos la esperanza y sepamos hacer todo lo necesario y preciso para afrontar esta situación con entereza y sin decaer, y sobre todo, pide al Señor que desde las Alturas contemple con ojos de misericordia, visite y sane a su pequeño siervo que tanto le necesita.

En tus Manos Ponemos este nuevo día y la Noche que vendrá.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *